Wednesday, September 28, 2005

como un niño



Hoy entregué mi memoria, un trabajo de investigación jurídica sobre la noción del derecho de propiedad que se desprende de la jurisprudencia de la Corte de justicia de las Comunidades europeas con sede en Luxemburgo.

Una burrada por la que he tenido que trabajar muchísimo: largas horas de lectura en diversas bibliotecas de derecho de algunas universidades y centros de investigación, y muchas horas frente al computador dándole a la escritura, que además, es en francés, lo que hace que la cosa se ponga un poco cuesta arriba cuando toca saber que cresta es realmente lo que quisieron decir estos señores jueces respecto a los bienes de las empresas publicas.

Y así, me pasé escribiendo cerca de un mes. Al final del trabajo, le pasé lo escrito a una amiga para que lo corrigiera por una “módica suma de dinero”. Ella es sicologa, pero habia corregido memorias con anterioridad.

Nadie te va leer una memoria de derecho por las puras brevas. No señor, para cualquiera que no sea abogado es una reverenda lata leer sobre derechos, artículos escritos en leyes y declaraciones de principios sostenidas por los jueces en sus sentencias.

A quien le importa?

Y aun cuando ahora siento haber cumplido con mi deber, terminado la tarea y ese tipo de cosas para auto-golpearme el lomo, también me pregunto para qué lo hago.

Gasto mi tiempo y mi energía en bibliotecas y temas poco interesantes y tan stablishment, tan del sistema, de las leyes y todo lo que ello implica...

Tener que lidiar con esos profesores franchutes que son una verdadera mierda!

Porque de profesores tienen solo el nombre.

Y les queda grande a su diminuta estatura de profesorcillos que dan prioridad a una suerte de carrera académica antes que a sus alumnos, instalándose en tronos imaginarios que están llenos de agujeros por donde evacuan sus aires de grandeza hacia quienes solo quieren aprender, sus alumnos.

Gente de la peor categoría... de verdad.

Y claro, la vida se me empieza a poner extraña? Difícil? No lo sé.

Afortunadamente el optimismo siempre me acompaña (le hace la guardia a mi buena fortuna) y me tranquilizo.

Me fumo alguna cosilla que llega por ahí, pongo un disco de los buenos y pienso en mi presente y en lo bien que me siento pese a hacer cosas que a veces pierden todo sentido. Y cuando pienso en el futuro la cabeza se me llena de ideas y cosas que al parecer no tienen ningún sentido, excepto aquel que yo les doy.

Saturday, September 24, 2005

fumar




escrito hace unos meses a proposito del proyecto de ley...


No fumar

que absurda forma de actuar
la de quienes solo quieren fumar
peleando el metro cuadrado
sin dejar de luchar

que noble forma de limitar
la de los censores del alma ajena
cagándose en los otros
sin parar

prohibido fumar
prohibido salirse del camino
prohibido tu puta madre
prohibido "que estoy hasta los cojones"

si no fuera porque tengo el alma nicotizada
me enrolaba en las filas anarquistas

en los okupas o en los sindicalistas
y luchaba contra delimitadores de las primaveras
contra los asesinos de la libertad

pero quiero seguir fumando
y sumergirme en las tibias bolutas del humo de la indiferencia
del pasar de todo y de todos
fumarme un cigarrillo
y descansar

porque mi alma ya esta negra de placer
prefiero la oscuridad o la niebla
o más aun
la luz gris de un amanecer invernal
que el frío de la Cordillera cale mis huesos
hasta dejar de sentirlos
negándome a luchar

si igual me fumo un cigarrillo
y dejo de pescar

Friday, September 23, 2005

miradas de paris








Thursday, September 15, 2005

Conversando con el juez Guzmán




Ayer por la tarde estuve en el café "El Sur", escuchando la entrevista que le hicieron al juez Guzmán para una radio francesa. Esta entrevista tenía por motivo el lanzamiento de sus memorias recientemente publicadas en francés.

El ambiente era distendido y la gente estaba atenta a escuchar del mismo juez algunos aspectos de su vida, como la influencia de su padre poeta o las contradicciones aparentes de ser un hombre de derechas que enjuicia a uno de los mayores asesinos de gentes de izquierda, y por cierto, uno que otro detalle sobre la causa que llevó contra Pinochet por sus violaciones a los derechos humanos.

Lo entrevistó un tipo calvo que fumaba pipa y se movía con aires histriónicos por el café, haciendo señas constantes al técnico para que intercalara grabaciones de discursos de Charles de Gaulle y de Pinochet que introducían a las distintas épocas de la vida del juez. Pero también estaba con micrófono propio un abogado francés invitado a la entrevista para hacer esas preguntas más complejas y de corte más jurídico, tales como saber de donde había sacado la idea del secuestro permanente como forma de saltarse la ley de amnistía.

A poco andar la conversación, las preguntas comenzaron a ser cada vez más agudas y críticas con el hecho de que el juez Guzmán haya trabajado tantos años en un poder judicial servicial a los intereses de la dictadura y que nunca puso freno a los abusos cometidos por los agentes de estado mandados por Pinochet a reprimir, a torturar, a matar y hacer desaparecer a tanta gente.

Tanto el publico asistente como el jurista invitado se mostraban abiertamente de izquierdas y muy críticos frente al pasado derechista del juez, calificanbdo incluso de indecente el que permaneciera en su cargo pasando lo que pasba en le pais.

De hecho cada intervención se veía marcada por una suerte de incredulidad o sorpresa respecto a que este hombre de aspecto bonachón y conservador haya sido capaz de sentar en el banquillo de los acusados y procesar al dictador como autor intelectual de tantos y tantos crímenes.

Entonces pensaba, mientras me tomaba un mate y escuchaba este dialogo, en cómo un juez, al final de su camino y al contrario de lo que cantaban Los Prisioneros, "nunca queda bien con nadie".

Y lo digo porque al juez Guzmán lo conozco desde mucho antes de que apareciera Pinochet en su horizonte judicial, de cuando era solo uno mas de los miembros de la Corte de Apelaciones de Santiago y un agradable profesor de derecho procesal en la Universidad Católica.

En la facultad era conocido sólo por ser buena persona, un profesor sin estridencias intelectuales, pero que hacía unas clases agradables y cercanas a sus alumnos. El no era diferente del resto de los profesores, él también era un jurista de derechas que trabajaba en la facultad de derecho que vio nacer al gremialismo en los años sesenta y a la UDI en los noventa.

Obviamente, el juez Guzmán ya no hace clases en la Católica. Sus “colegas” le hicieron la vida imposible, lo ninguniaron y ofendieron sin descanso hasta que ya no le quedó mas remedio que partir de un lugar en donde era abiertamente rechazado.

Y rechazado por qué? Precisamente por enjuiciar a Pinochet, por pasarse al otro bando, por transformarse en un comunista más, por no ser fiel a su clase. Pero en realidad el otro bando, el de los perseguidos, lo rechaza igualmente, no lo quiere y le critica que era de derecha y que trabajó en el poder judicial en tiempos de dictadura, que es mediático y que finalmente no logró meter preso a Pinochet.

Entonces me parece que el juez Guzmán, o el que sea, siempre se queda solo e incomprendido por todos, pero al menos, guarda la satisfacción de haber hecho su trabajo hasta donde sus superiores se lo permitieron, hasta donde los poderes de los mismos de siempre lo dejaron avanzar. Porque el viejo de mierda se tuvo que hacer el loco y lo dejaron hacerse el loco para no caer preso.

Mas la rueda sigue girando y ahora al juez Muñoz que investiga la faceta ladrona del dictador, todo el mundo lo apoya y hasta lo promueven para que sea miembro de la Corte Suprema. Pero nada de eso seria posible si no hubiera existido un juez Guzmán antes que él.

Tuesday, September 13, 2005

Buscando a Benno von Archimboldi


Completando en algo el post anterior, me acorde de este cuadro de Giuseppe Arcimboldi, extraño pintor del renacimiento que hacia retratos a partir de frutas, verduras, hojas, piedras pequeñas... en fin de elementos cotidianos que en una amalgama imaginativa, creaban rostros de desconocidas cortesanas florentinas o milanesas, que extasiadas en la gula de banquetes sin fin, se entregaban a la lujujuria del señor de turno, adoptando semblantes algo terroríficos y demenciales.

Pero más que el pintor italiano en sí mismo, lo que me llamo la atención en ese momento frente al cuadro, fue el hecho de que su nombre fuera tomado por Roberto Bolaño para dar vida al misterioso Benno von Archiboldi, en su obra 2666.

Benno von Archimboldi es un escritor alemán extraordinario, una suerte de escritor maldito y clandestino que se transforma en la obsesión de cuatro intelectuales europeos que buscan desentrañar las maravillas de sus novelas, pero al mismo tiempo encontrar al hombre detrás del escritor, sacarlo a luz del día y ponerlo en el lugar que merece entre los grandes de la literatura universal. Algo así como sacarlo del closet y exhibirlo en un altar. Sin embargo Bolaño nos lleva por los laberintos internos de estos estudiosos detectives para mostrarnos sus debilidades humanas y de paso, algo de la decadencia en que se encuentra la academia europea y el establishment universitario del viejo continente.

De eso va un poco la primera parte de 2666 la novela póstuma de Bolaño, que para mí, quizás, sea la mejor novela que he leído, un monumento, como dice Rodrigo Fresan en su comentario a 2666, y que me dejo en su momento esa sensación de ser robado. Una suerte de impotencia frente a la muerte de un autor que se va cuando llega a la cúspide de su obra, dejándonos solos en esta ruta hacia los abismos de lo desconocido, como hojas muertas en un camino marcado por la muerte que en alguna medida simboliza el número 2666: un cementerio apocalíptico al que todos, tarde o temprano tendremos que llegar, al igual que los personajes de la novela tienen que descender al infierno de Santa Teresa.

Bolaño es magnifico, y eso no es lo mejor que se puede decir de quien ha logrado sacar lo mejor de sí mismo para insinuarnos una ruta detectivesca y salvaje por la que buscar aquello que cada uno de nosotros vino a buscar a este mundo.

De mis lecturas de Bolaño he aprendido algo de humanidad.

Monday, September 12, 2005

El louvre

El domingo pasado partimos con Nicole a visitar el Louvre.

Como era el primer domingo del mes, los museos de Paris abren sus puertas para todo aquel que los quiera visitar, pero gratis!

Variable que abre el apetito cultural de cualquiera.

Salimos tarde, ya que la noche anterior estuvo un poco cargada al alcohol, pero también a la buena conversación y al disfrute del amor.

De todas formas nos dio tiempo para recorrer los pasillos egipcios y mesopotámicos, plenos de belleza y conocimiento.

Paro bueno, las imágenes algo les dirán...





Wednesday, September 07, 2005

no es lo mismo ser que estar

esta es una versioon libre de un poema del Angel Ausente publicado en su blog alas quebradas



a veces
ni siquiera estoy
en esas mascaras venecianas
ni en la condenada a una hoguera virtual
ni en estas manchas de rouge
en sabanas de piel de pantera
ni en las alitas quebradas de pájaros inocentes
o incendiarios
ni en las heridas de un zapato negro
que a perdido el camino rojo
ni en un orgasmo de ancianos en oración
ni en esta mueca absurda
de locos y ebrios...


Ni siquiera estoy
En esas palabritas
Que me salvan del desconocido
que me mata sin querer
sin otros muñones de atardecer


A veces lo único que tengo
Para reconocer mis mutaciones
Es mi propia y definitiva
Ausencia... (de mí mismo)

Creo ella esta en todo lo que escribe, en todo lo que describe en su propio estado de ausencia

Monday, September 05, 2005

La plaça de les Olles


El primer sitio en donde me sentí reencontrado con Barcelona, fue en la Plaça de les Olles, o de las ollas, en pleno barrio del Borne. Se podría decir que a ratos, es un verdadero rinconcito de tranquilidad en medio de la agitación propia de este barrio que esta tan de moda y que resulta tan cómodo por su cercanía con la playa y el Correo.

En una esquina de la plaza, destaca la tienda que vende “Redes, Arreos de pesca e Hilos”, antiguo comercio que nos permite recordar que estamos en un barrio junto al viejo puerto de Barcelona, que con su aire de navegantes de antaño, nos hace pensar en aquellos que salieron, precisamente, desde éstas calles, a conquistar un mundo nuevo: el nuestro.

Pero lo que más llama la atención en esta pequeña plaza con aires de Campo veneciano, son sus cafés: el “Café de la Ribera”, “La Catalana”, la “Casa Albert” y el casi diminuto, “Cal Pep”. Cafecitos que con sus mesas al aire libre, ocupan todo el espacio disponible, mezclándose en el paisaje urbano y porteño con dos o tres tiendas de ropa de diseño, moderna y costosa, que le dan un aire cosmopolita, de todo el gusto del viajero curioso, que después de pasar por callejuelas siempre oscuras y mal olientes que parecieran sin destino, llegan a este rincón de la ciudad.

Frente a mí pasan dos chicas tomadas de la mano, son jóvenes y de espíritu risueño. Sus rostros me hacen pensar que son centroamericanas o mexicanas: unas jovencitas del estado de Chiapas. Pero aquí van vestidas con ropas modernas y con peinados a la moda, muy ad-hoc con los estándares de esta Barcelona liberal y con ademanes de capital que dejaron las Olimpiadas del 92. Una de ellas se siente observada, me mira y sonríe, como diciéndome: ¡si, me gusta, con ella soy feliz!.

A una cuadra de esta plaza, en un edificio viejo y herrumbroso de una callejuela estrecha, vivía mi querida Josefina ¿qué será de ella?. ¡Mi Chile querido!, me decía siempre que nos encontrábamos por las calles del barrio, saludando mis mejillas con sus besos fuertes y apasionados. La alegría de vivir y sus 22 tiernos años se le salían por los poros de su piel blanca y joven, haciendo que todo lo que tocaba pareciera más brillante, con mas luz. Quizás porque se contagiaban del brillo de sus ojos negros, herencia de sus tierras de Misiones, en el norte de Argentina, quizás porque en esa época yo andaba mas clarito, quien sabe.

Ese día decidí ir a buscarla, no sé, salir por ahí y averiguar algo. Recorrer las mismas calles, los mismos bares de hace 7 años. Esa noche salí, pero no encontré ni averigüe ni supe nada. Todo ha cambiado tanto en Barcelona que me confundo y no sé si son las mismas calles, esas que llevan los mismos nombres.

Porque pese a estar en la misma ubicación geográfica, las calles y sus comercios y sus bares y sus clubes y sus dilers, han cambiado.

Anda tanta, pero tanta gente por la calle durante las 24 horas del día, que ya no se respira ese aire de pueblo que a veces sentí y que a finales de los 90 seguía teniendo la ciudad. Se siente todo tan saturado, sucio y desgarrado, que no dan muchas ganas de caminar y deambular hasta encontrar un bar perdido por ahí.

Después de unas semanas, he pensado que esa sensación fue solo un espejo de mis propios cambios. De mi alejamiento lento pero seguro de los ideales de juventud. De mi pérdida de nobleza y de fe en los otros.

En esos otros que no conozco y que me hacen recordar que aun cuando los llegue a conocer, siempre te van a cagar, tarde o temprano te van a cagar. Y la mayor parte del tiempo ni te vas a enterar.

¡Por suerte!, sino es de imaginar la depresión.

En fin, que la ciudad ha cambiado, que yo he cambiado, que el mundo ha cambiado, ¿y qué?

Que no pasa nada tío y que la vida sigue su rumbo, lento pero seguro, tranquilo por las piedras y con algo de fe bien guardada en esos bolsillos a los que nadie puede llegar.

Thursday, September 01, 2005

biblio-placer-dolor


libros usados
lamentos ajenos
luces del pasado
nombres
paisajes
romances
tragedias

la abundancia de saber
en espera de un mesías

contra el polvo y la malicia
rondo calles y callejuelas

escombros del ayer
lucha ciega de poder
de lujuria
de placer

busco sin cesar
las zonas oscuras de mi ser
escarbando en las tinieblas
por si llega el amanecer

y me encuentro al sabio
al viejo
al lucido
al que quiero seguir

mas la noche es larga
y la lista infinita

las fuerzas escasas
el cuero delgado

me muero por dentro
me saco la cresta
y no encuentro


no encuentro

terminal 3


Como todo buen viaje que se precie de tal, ha de empezar en una terminal. En esta ocasion, la elegida o mas bien, la que me toco en suerte, fue la terminal n°3 del Aeropuerto Charles de Gaulle, el terminal de los pobres de Paris!

Este es la nueva terminal de este gran aeropuerto, creado especialmente, o al menos eso creo yo, para aquellos viajeros que siempre buscan el precio mas barato o la linea aerea mas rasca.

Asi es que los franceses, haciendo gala de una simplicidad poco habitual, pero un espiritu discrininatorio sin igual, decidieron hace poco tiempo crear una terminal para los pobres, para los que compran sus billetes por internet o toman vuelos charters para salir de Paris.

Levantaron un galpon que bien podria pasar por una bodega de zapatos o una maquiladora del norte de Mexico, y lo instalaron a unos pasos de la estacion de trenes que te lleva al aeropuerto desde el centro de Paris, porque claro, aqui se llega en RER (tren de cercanias) y no en auto. Aqui, de hecho, casi no hay estacionamientos, lo que contrasta con las enormes superficies dispuestas en las otras terminales para que los viajeros dejen sus coches aparcados todo el tiempo que quieran.

A esta terminal se llega de a pie. Es la terminal para la gente que hace la fila, para aquellos que no tienen poder ni influencia alguna en las decisiones que determinan su entorno, para el que paga alquiler y anda en metro.

Este fue el punto de partida de un viaje de vacaciones que ire contando de a poco y con pausas, para saborear uno a uno los recuerdos que acuden a mi mente cansada de escritor trasnochado.