Vandalismo o Revolución (III)
Ahora debiera tratar de analizar las causas económicas de esta crisis, pero creo que resultaría redundante, un tanto empalagoso y repetitivo decir lo mismo que leo en casi todos los medios de comunicación: que el desempleo, que la crisis económica, que la falta de recursos...
Pero en realidad nada de eso me queda claro, pues si bien es cierto que la economía francesa no crece, tampoco es que estén en un proceso de recesión o de crisis extrema.
De hecho dinero no les falta para ofrecerlo a manos llenas como forma de aplacar el descontento a través de nuevos y más grandes proyectos de ayuda social y apoyo a las zonas sensibles de las distintas ciudades en que se han registrado los hechos de violencia.
Creo que en esta crisis la voz que canta es la del descontento emocional que tienen los jóvenes hacia esta sociedad cerrada y discriminadora que, partiendo por sus lideres políticos, no los reconoce como ciudadanos franceses con todas las oportunidades que tienen los demás, sino que ven solo un Estado que les entrega un pasaporte y los ayuda socialmente, nada mas.
Y así, la crisis de los Banlieus pareciera que se va a acabar dentro de poco, tanto por la mano dura aplicada, con toque de queda incluido para los menores de 16 años (todo un símbolo que demuestra quien la lleva en esta lucha) como por las enormes ofertas de programas sociales y de empleo que el gobierno ha ofrecido a este segmento de la sociedad.
Y las conclusiones no pueden ser otras que el comprender que las cosas no han cambiado mucho desde la revolución francesa a estos días. Todavía es necesario que los pobres salgan a protestar y utilicen la violencia callejera para que las cosas cambien, para que los políticos se acuerden de ellos y hagan algo para ayudarles a salir del estado de degradación en que se hayan.
Notable es, en todo caso, que toda la violencia manifestada haya cobrado solo una vida.
Será porque en países mas civilizados los policías no disparan a los manifestantes, sino que los detienen y los ponen a disposición de un juez?
Será en estos casos cuando se puede ver la verdadera democracia?
Porque fácil seria reprimir, matar, allanar viviendas e imponer el orden con balazos en la cabeza, que es la forma de reestablecer el orden en las calles que se usa en otras latitudes. Sin embargo los franceses, tienen un punto a su favor, se han comido la rabia, han actuado fríamente y con irrestricto respeto a los derechos humanos, limitándose a detener a los violentos, pero bajo el amparo del estado de derecho.
Notable es que, según me contaron, el Estado francés pagará a los dueños de todos los autos quemados por la perdida sufrida.
Quizás esta revuelta de jóvenes hijos y nietos de inmigrantes magrebies quede inscrita en la historia de Francia como uno más de los motines y protestas que han sacudido a este país desde hace doscientos años, pero para nosotros, extranjeros que no somos mas que observadores externos de todo este proceso, creo que algo nos tiene que quedar claro:
No se puede reprimir, discriminar y estigmatizar a los jóvenes poblacionales sin pensar que se trata de una situación que tarde o temprano nos puede explotar en la cara y que si bien en Francia el asunto no cobró mas que una vida, limitándose a la quema de autos y edificios públicos, en Chile la situación podría ser diferente y los costos mucho más altos.